La regeneración ecosistémica es urgente. Salir del modelo vincular extractivista que tenemos con nuestro entorno es una necesidad para todos y todas desde nuestro lugar. Este modelo nos ha llevado a desarrollar hoy un sistema de vida que no es sostenible en el tiempo, los humanos tenemos límites físicos y emocionales y los recursos naturales son limitados. Invisibilizar esto solo nos trae daño en todos los sentidos, entonces ¿para qué seguir así? La regeneración ecosistémica implica devolverle al entorno natural lo que necesita y potenciar sus fortalezas a través de distintas prácticas que mejoran el suelo, el agua, el aire, capturan GEI y generan prosperidad a la biodiversidad. En Reimpulso estamos comprometidos con los proyectos de regeneración ecosistémica y lo llevamos a la práctica desde la difusión a tareas en campo.
Creemos que el mercado en su totalidad es una gran fuerza que tenemos como humanidad, ¿cómo podemos usarla para hacer el bien? Desde Reimpulso entendemos que es a través de un cambio de paradigma donde además del impacto económico que tenga una actividad, integre un impacto positivo en otros niveles para la comunidad. Para esto debemos redefinir el sentido de las empresas y el mercados que hasta ahora sólo nos hemos concentrado en el lucro y no en las soluciones de las problemáticas que tenemos como humanidad. Estas problemáticas se han puesto en manos de los líderes de Estado y las Organizaciones No Gubernamentales, pero las empresas podemos ser parte de las soluciones. El grupo humano más numeroso luego de la familia son las empresas, la mayor cantidad de decisiones que se toman cada día son comerciales, si las empresas cambiamos y consideramos además del lucro basar nuestra operación en aportar a las soluciones sociales y ambientales el cambio puede ser radical. Si las empresas cambian el mundo cambia.